CRISTO VENCE

Yo no fui. Juro que yo no fui. No sé por qué se hacen estas cosas en mi nombre. Sé que no es la primera ni será la última vez. Pero no puedo dejar de sentirme para el orto, como culpable, como usado.

A la final, voy a terminar pensando que mi viejo me cagó con este laburo de ser su hijo. Claro, para Él es fácil. Él ahí arriba, lejano, fuera de todo. Que lo crucifiquen al pibe, que usen el nombre del pibe, que vengan a mí por el pibe.

Y el pibe, que vengo a ser yo, se las tiene que comer toditas. Y a fin de cuentas soy humano, qué joder. Y hay cosas que no me banco. Porque una cosa es que te maten, que des tu vida por los inocentes, después, de última, resucitás y chau pinela. Y muy otra que maten inocentes en tu nombre. Como tantas veces, como aquella vez, ahí en el culo del mundo, un país con nombre de plata, un Presidente que se enoja con mis mercaderes, que no les da plata, que el divorcio, que la separación del Estado. Y mis mercaderes y sus secuaces destrozando sueños y cuerpos desde el cielo.

Muertos, mutilados, cuerpos niños esparcidos, mi nombre y mis signos desde el aire arrojando el odio sobre los humildes. Una vez más, para mi vergüenza. ¿Cómo no iban a salir después a quemar mis casas? Y sí, quemaron mis casas, las más paquetas, esas en las que no estoy, porque prefiero tomarme unos mates con Carlitos en la villa que estar en esas casas donde mis mercaderes se creen que son Yo.

Quiero que lo sepan. Yo no fui. Pero, como en tantas masacres, se ha usado mi nombre. Dicen que lo han hecho por mí. Señores: yo anduve en patas, yo dije que los que tienen hambre serán saciados, que los pobres son bienaventurados. Yo vine a hablar de Amor. Al César lo que es del César. Esto no tiene nada que ver conmigo.Pero no pude hacer nada para evitarlo.

Si sirve para algo, a todos los humildes, a los inocentes, a los masacrados, a los que soñaban con una Patria Justa, a las mujeres, los pibes, los mutiladitos, a los que corrían de un lado para otro sin entender cómo una cruz arrojaba una bomba, a los que se quedaron sin un papá, un amigo, un hijo, a esa misma Patria destrozada, les pido humildemente perdón.

Amén.